Para conocer el maravilloso mundo de la lana de alpaca, conviene empezar por el principio: Saber de dónde viene. Ya que buena parte de sus virtudes se encuentran precisamente, en su origen.

Yapa usa lana de alpaca que se produce mayormente en Bolivia y se conoce como “el tesoro de los Incas”. Esta fibra se obtiene del pelo de un animal mamífero muy simpático llamado alpaca, que es pariente cercano de la vicuña y la llama. Lo cierto es que los tres animales se parecen mucho y resulta fácil confundirlos.

SOSTENIBLE Y ECOLOGICA

Para YAPA, las Alpacas representan parte de la historia de Bolivia un país único, su gente y cultura.

El cuidado de sus rebaños y la venta de su pelo suponen el principal medio de subsistencia de miles de familias en el Altiplano Boliviano, por tanto, su mayor fuente de ingresos. Las alpacas se crían principalmente en fincas pequeñas y sostenibles a una altura de por encima de los 3.000/4.000 metros sobre el nivel del mar y al alimentarse solo cortan la hierba, a diferencia de ovejas y vacas que se alimentan de las raíces y los tallos. De esta manera se permite que la hierba crezca de nuevo a un ritmo más rápido convirtiéndolas en uno de los animales mas verdes y ecológicos del planeta.

Las condiciones climáticas en las que viven (con cambios de temperatura bruscos, fuertes vientos, una radiación solar muy alta, los veranos lluviosos y los inviernos secos además de una baja concentración de oxígeno) han hecho que estos animalitos desarrollen un pelaje resistente y de una gran calidad.

Además, la fibra de alpaca YAPA se sigue elaborando usando técnicas ancestrales respetuosas con el medio ambiente y el planeta. Es un recurso renovable y 100% biodegradable y, lo mejor de todo, para su elaboración no se utilizan productos químicos que agreden tu cuerpo y el medio ambiente.

Libre de Maltrato Animal

Nuestra fibra de alpaca es un material obtenido de manera humana. Las alpacas no solo no son dañadas durante su esquila, sino que tampoco se crían para una matanza final.   En realidad, y según la mayoría de los informes las alpaquitas, disfrutan de liberarse de su pelaje ​​a tiempo para el calor del verano.

Una vez que se les ha esquilado, su cabello se clasifica manualmente en diferentes grupos según su origen, color, calidad y longitud. Manos expertas realizan esta tarea a través de técnicas que se han transmitido de generación en generación. No es un proceso que pueda ser mecanizado.

Tus suéteres YAPA llevan consigo un pedacito de Bolivia y son sostenibles, ecológicos y libres de maltrato animal.